CON LOS NERVIOS A FLOR DE PIEL

Quedan 8 días para cruzar el Atlántico y estoy hecha un manojo de nervios. Pensar que dentro de menos de una semana comenzará la operación maleta... Supongo que la empezaré a hacer el día 7 de agosto y que continuaré el día 8; aunque ya me veo yo deciendo qué es lo que meto y lo que no... La propia maleta ya pesa 4 kilos y solo puedo llevar 23. De todos modos, yo no voy a ir con 23 kilos justos, que no quiero llevarme sopresas en el aeropuerto... En fin, me espera una semana de nervios y estrés.

Ayer hablé a través del Facebook con Jennifer, mi hermana americana y me contó muchas cosas acerca de Charlottesville y del instituto al que voy a ir. Hoy le llegó a mi madre un correo electrónico de Amy, mi madre de acogida. Resulta que ha planeado ir a Florida en el mes de diciembre, para celebrar el nonagésimo cumpleaños de su padre, ver a su familia y celebrar el Januká. Creo que todavía no os lo había comentado, pero voy a aprovechar la ocasión. Mi  familia americana es de religión judía, así que tendré la suerte de celebrar las fiestas judías y de conocer más cosas acerca de sus costumbres, gastronomía... Así que en lugar de celebrar las Navidades como hasta ahora, celebraré el Januká.

Creo que voy a vivir una experiencia muy buena porque no solo voy a tener la oportunidad de mejorar mi inglés durante los 10 meses que viviré en Estados Unidos, sino que me adentraré en la cultura judía, en la vida americana, conoceré a mucha gente de distintos lugares del mundo, visitaré sitios en los que nunca había estado y mucho más.

Mis padres ya me han dado permiso para ir a Florida siempre y cuando vaya durante las vacaciones.

Hoy por la mañana fui a dar un paseo con mi madre por Bertamiráns y aproveché para comprar alguna que otra cosa que necesito llevar a Estados Unidos. Después fui a darme un baño a la piscina con mi hermano. ¡El agua estaba buenísima! ¡Qué bien me lo pasé con mi hermano Pablo y dos vecinos buscando los aros!

Por la tarde estuve con mi amiga Carlota y fuimos a la piscina, donde pasamos momentos inolvidables. ¡Cuánto nos reímos y cuántas bromas nos gastamos! Ya en mi casa, jugamos una partida a "Hundir la flota", aunque nunca llegamos a terminar de jugar, porque empezamos a grabar vídeos. ¡Nunca me había reído tanto! El peor momento fue la despedida, porque sé que la voy a echar de menos. Cuando regrese, tenemos que volver a retomar la grabación de nuestros "divetidos anuncios publicitarios".

Hoy también me despedí de Sara, de Elena y de Andrea, a las que no volveré a ver hasta que vuelva. Mañana comienza un nuevo día, un día que va a ser duro para mí. Lo que tengo que hacer es cargar las pilas y levantarme con mucha fuerza.