25 de septiembre de 2011

MI FIN DE SEMANA

¡Hola a todos! Espero que estáis disfrutando de el domingo y que ayer hubieseis tenido un muy buen día. Como ya sabéis, ayer trabajé como voluntaria en la Feria del Libro. En un primer momento iba a trabajar desde las once y media hasta las dos, pero decidí quedarme hasta el final, hasta las cuatro y media de la tarde. Es decir, que hice dos turnos de voluntariado. La verdad es que mereció la pena, lo pasé muy bien. Cuando llegué me dieron una camiseta del evento y me asigaron una tarea. Era una de las encargadas de uno de los juegos, de "La Ruleta". Una chica que se llama Mónica y que está estudiando lo que en España equivale a 3º de ESO, trabajó conmigo. Un señor que también era voluntario estuvo con nosotras y nos explicó las reglas del juego.


En el suelo había un tablero gigantesco de color azul y el tablero tenía varios círculos de colores con personajes de dibujos animados. Además del tablero, había una ruleta de madera que tenía pegada una foto de cada uno de los personajes. El juego consistía en que los niños tenían que escoger uno de los personajes y coocarse de pie encima de ese personaje. Si su personaje era el elegido en la ruleta, ganaba una pegatina y aquel niño que consiguiese un total tres pegatinas, ganaba un libro. A medida que fue pasando el tiempo, decidimos modificar las reglas del juego y todos los niños que consiguiesen una pegatina se llevaban un libro. "La Ruleta" tuvo mucho éxito, incluso entre niños de diez y doce años. Mónica solo trabajó durante el primer turno y Amy, una chica a la que ya conocía, la sustituyó. Sin duda alguna, mereció la pena haber colaborado en la feria. Además, hablé muchísimo en inglés, pues tenía que explicar a los niños como jugar y también hablé en españo dos veces, ya que había niños de Latino-América. A las cuatro y media Amy me fue a buscar y como lo único que había tomado durante todo el tiempo que estuve allí fueron unos pocos frutos secos y unos palitos de pan, me llevó a un restaurante. ¡Qué rico estaba el sándwich de atún y lechuga! Como solo comí la mitad, traje a casa el resto en una caja. Eso es lo bueno de los Estados Unidos; vayas a donde vayas, en todos los restaurantes tienes la posibilidad de conseguir una caja para meter las sobras.

¡Por cierto! El señor que estuvo con nosotras, con Mónica y conmigo, es un apasionado del tenis y le encanta Nadal. Incluso sabía que era de una isla española :) Está siguiendo la Copa Davis y vio la semifinal. Sorprendentemente también sabía que España había ganado la Copa del Mundo el verano pasado. Muy poca gente lo sabe, por eso me sorprendí cuando me preguntó si era futbolera y me dijo que sabía que éramos los campeones del mundo.

Cuando llegamos a casa, a las seis de la tarde, escribí en mi cuaderno. ¡Estuve escribiendo durante una hora! Tenía muchas cosas sobre las que escribir :) Luego me cambié y Amy y  yo fuimos a la sinagoga. Había una misa, una misa Havdalah. Como con casi toda probabilidad no sabréis de qué se trata, os lo explicaré. Las misas Havdalah son las que marcan el final del Shabbat y el comienzo de la nueva semana; en el calendario judío el primer día de la semana es el domingo, no el lunes. En estas misas se bendice el vino, las especias y la luz de la vela. La misa de ayer fue especial, pues se trató de la última misa Havdalah del año judío y una misa para prepararse para los días sagrados judíos, que comenzarán esta semana. La misa fue realmente preciosa, con música y momentos de paz y tranquilidad en los que cerramos los ojos. Durante los días sagrados los judíos buscan el perdón de sus pecados y es una etapa de reflexión para ellos; analizan su comportamiento a lo largo del año y persiguen mejorar aquellas cosas en las que se equivocaron. Al regresar a casa escribí en mi diario sobre la misa y como estaba cansada después de la jornada de trabajo, fui a dormir temprano, a las diez.

Hoy me desperté a las seis y media de la mañana; seguro que pensáis que estoy loca. Pero tenéis que pensar que la noche anterior me había ido a dormir muy temprano... Escribí una carta a mis padres, hablé con ellos y mi hermano por Skype, fui a dar un paseo, estudié historia, escribí en mi cuaderno, una carta a Eva, leí un capítulo del libro de psicología, escuché a Enya... Nuestros planes para la tarde de hoy eran ir a Monticello, a la casa de Thomas Jefferson, pero el problema es que está lloviendo y parte de la visita es exterior (ver los jardines, el lugar donde vivían los esclavos...). Amy se siente mal por ello, porque sabe que tenía muchas ganas de ir, pero ella no puede controlar el tiempo meteorológico, así que.... Supongo que pensará en otra actividad.

Muchos besos a todos. Aquí todavía es la una y media. Ya he comido, así que buscaré algo en que pasar el tiempo. Espero que tengáis una muy buena semana y espero no haberos aburrido :)
Estoy muy contenta por haber hablado con mis padres y mi hermano.

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